miércoles, 26 de enero de 2011

La Cultura Valdivia

Venus de Valdivia

Desde su descubrimiento en 1956 por Víctor Emilio Estrada esta cultura ha creado más dudas que respuestas sobre el pasado del mundo precolombino. Su gran reconocimiento mundial se basa en su bella y antigua cerámica, destacando sus “Venus de Valdivia” y el hecho de que la antigüedad de esta cerámica date de mucho antes que en Perú. En los primeros años de su descubrimiento se reconoció que la cerámica más antigua correspondía al año 3,100 a.C., en años posteriores se descubrió cerámica más antigua, aunque más rudimentaria, que databa del 3,600 a.C. sin embargo a pesar de estos nuevos descubrimientos, los expertos en esta cultura aseguran que deben existir yacimientos, aun no descubiertos, con cerámica más antigua y más rudimentaria que nos permitirán saber las razones que provocaron la creación de cerámica. (Foto: Abajo-Izquierda/Mapa de los asentamientos de Valdivia)


Actualmente sabemos que los hombres de Valdivia “aparecieron” por el año 3,600 a.C. y su hegemonía se extendió por toda la costa centro-sur del Ecuador hasta el año 1,800 a.C.; sin embargo cuando se habla de culturas que “aparecieron” y “desaparecieron” hay que entender que lo que desaparece o aparece es la cultura y no las personas. Los hombres de Valdivia son descendientes de los hombres de la cultura Las Vegas.

La cultura Las Vegas llega a la costa ecuatoriana hace 10,000 años (8,000 a.C.) ellos se caracterizaron por ser grupos nómadas que basaban su economía en la caza, pesca y la recolección. Como es obvio su permanencia se extiende hasta la aparición de la cultura Valdivia. Durante el último milenio de la cultura de Las Vegas las personas empiezan a asientar al azar dado que domestican ciertas plantas como el maíz, la yuca y la papa. Poco a poco la sociedad de Las Vegas se va haciendo más compleja, se empieza una mayor domesticación de las plantas y esto provoca que se cree una nueva forma de vida y una nueva cultura, así pues los asentamientos de Las Vegas son abandonados mientras que a la par nacen las primeras aldeas agrícolas de la cultura Valdivia.

Aldea Agrícola

No son claras las razones y las circunstancias de porqué esta cultura desarrolló la cerámica. La cerámica que data en el año 3,100 a.C. es bastante decorada y bella, por esto se pensaba que pudo haber sido traída de otro lugar, en su momento se planteó la teoría de que la cerámica de Valdivia tenía su origen en Japón, esto se concluyó al comprobar ciertas similitudes con la cerámica Jomón.

Izquierda Valdivia/ Derecha Jomón

Sin embargo estas teorías fueron descartadas al descubrirse cerámica valdiviana más antigua (3,600 a.C.) y rudimentaria, esta cerámica no sólo era más antigua que la de Jomón sino que al ser primitiva demostraba que apareció por mérito valdiviano y se desarrolló partiendo desde lo más simple hasta lo más complejo.


Durante los primero siglos de la cultura Valdivia, esta desarrolló una relativamente fuerte actividad agrícola que estuvo apoyada por la caza y la pesca (influencia directa de sus ancestros de Las Vegas), aquí aparecen cerámica y tejidos que aunque son rudimentarios son funcionales.

Cerámica de la cultura Valdivia

Con el paso del tiempo la sociedad de Valdivia se hizo más sofisticada, la actividad agrícola se intensifica, la pesca se mantiene como fuente de comercio y la caza como actividad de sustento se reduce a gran escala. Como muestra de asentamientos valdivianos para este texto tomaremos como ejemplo “Real Alto” que es el yacimiento más famoso de la cultura Valdivia. A partir del 3,100 a.C. las aldeas agrícolas se reestructuran para introducir símbolos de poder político y religioso como son las Tolas (montículos de tierra artificiales) sobre los cuales se edifican las casas de los Jefes o Gobernantes, también se introduce una plaza interna para las reuniones de las personas.

Real Alto (Fase I)

Como se menciona antes a partir del 3,100 a.C. la cerámica se vuelve más sofisticada y comienza un proceso de creación en masa de cerámica, no sólo utilitaria sino también suntuaria y ceremonial, aquí empiezan a aparecer las famosas “Venus de Valdivia”.

Cerámica y Figurillas de la Cultura Valdivia

El máximo auge de la cultura Valdivia llegaría aproximadamente por el año 2,500 a.C. cuando la sociedad y cultura Valdivia alcanzaría su máximo esplendor. Las aldeas valdivianas son reconstruidas teniendo en cuenta esta vez una planificación urbana, las Tolas se mantienen pero esta vez dentro de una gran plaza central, las casas siguen siendo elípticas pero llegan a medir hasta 8x10 metros y con divisiones internas. La aldea de Real Alto durante su máximo desarrollo se convirtió en una suerte de proto-ciudad que albergó a cerca de 3,000 personas.

Real Alto (Fase II)

La cerámica también sufre cambios importantes, a parte de una mejora en la complejidad de las decoraciones aparecen nuevos estilos. También durante esta nueva era aparecen los enigmáticos y no muy conocidos “Búhos de Piedra de Valdivia”.

"Búhos de Piedra" de la Cultura Valdivia

Según se sabe también durante esta época la cultura Valdivia comercializa con el resto del mundo andino, incluyendo comercios con la ciudad de Caral (2,600 a.C.) en el Perú, esto ha quedado demostrado por la existencia de Mullo (Concha Spóndylus) dentro de dicha ciudad. El Mullo es originario de la costa ecuatoriana y durante milenios ha sido considerado por los pueblos nativos como un néctar divino, durante la era de Caral, en la costa ecuatoriana las personas de Valdivia fueron los únicos que habitaron por lo que un comercio entre estas dos culturas está más que comprobado.


Vasijas de Valdivia

Desde el año 2,100 a.C. empieza el declive de la sociedad de Valdivia, durante su fase final la cultura Valdivia da unos últimos aportes al mundo andino al crear cerámica un poco más decorada y detallada.



Mortero de barro cocido de Valdivia

También se sabe que durante esta época la cultura Valdivia comerció con culturas de la amazonía ecuatoriana como la cultura Mayo-Chinchipe. Finalmente esta gloriosa cultura desaparece alrededor del año 1,800 a.C. y es reemplazada por las culturas Chorrera y la Machalilla, esta última daría paso a fuertes innovaciones como la aparición de las asas en la cerámica.

Tras la desaparición de la cultura Valdivia empezarían a aparecer las primeras sociedades alfareras en los andes centrales, así como también empezarían a aparecer las primeras cerámicas complejas y finas en la sierra de los andes septentrionales.

Actualmente se le considera a la Cultura Valdivia como la madre de las culturas alfareras de los andes, no sólo por la antiguedad de la cerámica sino también por su belleza y fina decoración.

Vasija de la cultura Machalilla

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Muerte de Pachacutec

El licenciado Polo de Ondegardo descubrió la momia del gran monarca y vió que su cabello estaba completamente cano, a pesar que los nativos peruanos no encanecen con facilidad. Se decía que murió con más de cien años de edad pero debido a que los Incas no contabilizaban los años para la edad de las personas es imposible saberlo con seguridad.
Lo que si recogieron los cronistas es su muerte:
Se dice que ya muy anciano el gran emperador yacía en cama muy delicado; y sintiendo la muerte próxima mando a llamar a todos los nobles, que se reunieron en torno de su lecho y mando a llamar también a su correinante y heredero Túpac Yupanqui a quien le hablo con estas palabras:
“Hijo, ya ves las muchas y grandes naciones que te dejo y sabes cuánto trabajo me han costado. Tienes que ser hombre para conservarlas y aumentarlas. Que nadie levante los ojos contra ti y que viva, aunque sean tus hermanos. A estos nuestros deudos te dejo por padres, para que te aconsejen. Mira por ellos y ellos te servirán. Cuando yo muera curaras de mi cuerpo y lo pondrás en mis casas de Patallacta. Harás mi estatua en oro en la Casa del Sol, y en todas las provincias por mi conquistadas harás solemnes sacrificios y al final de la fiesta de Purucaya, para que descanse con mi padre el sol.”
Después de dichas estas palabras recito su poema postrero que decía:
Nací como lirio en el jardín
y así fui criado.
A esta edad envejecí
y como había de morir
así enferme y sucumbí.
(Pedro Sarmiento de Gamboa. Historia de los Incas. Versión modernizada)
Momentos después recostó su cabeza en la almohada y falleció. El hombre más grande en la Historia de América había muerto.
Los nobles custodiaron el cuerpo del emperador y dispusieron que nadie entrase ni saliese para dar noticia del fallecimiento hasta que sea el momento.
Túpac Yupanqui, acompañado de los nobles principales, se dirigió en romería hasta el gran templo del Coricancha y desde ahí mandaron llamar a los doce capitanes de los ayllus del Cuzco, los cuales vinieron mientras dos mil quinientos soldados de la Guardia Imperial cercaban el recinto. Los nobles principales colocaron en su frente la corona Imperial o Mascaypacha, y los cetros, símbolos de su autoridad suprema: el Sunturpaucar y el Topayauri. Así coronado y rodeado por la Guardia Imperial salió a la plaza principal del Cuzco en donde se sentó con gran majestad en el trono. De inmediato sonó el bando en el cual mandaba que toda la ciudad viniese a rendirle pleitesía al nuevo emperador de los Incas bajo pena de muerte en caso de faltar o rehusar.
Los nobles todos se dirigieron entonces a sus palacios y sacaron esplendidos presentes para ofrecérselos al nuevo emperador en señal de sumisión, se inclinaron y besaron el piso santo de su majestad sin osar levantar la mirada hacia él. Todo la multitud del Cuzco ahí reunida en la plaza y en silencio se prosterno igualmente para después ofrecer los sacrificios consabidos.
El luto se inicia con la ceremonia en la cual los nobles se acercan al nuevo emperador y le dicen: Capac Inca, tu padre descansa ya. Túpac Yupanqui inclina la cabeza en señal de dolor y se la cubre con su capa o Yacolla. Después acompaña al cortejo vestido de luto disponiendo de todo según se lo pidió su padre.
Ya era absoluto y total emperador de los Incas, tan sabio y poderoso como su padre. Pero la quietud de la capital no era para él. Lo suyo era combatir, salir en campaña, librar batallas, tomar fortalezas.
Después de solo unos meses de quietud preparó una nueva expedición a las selvas del Antisuyo y confió el gobierno del Cuzco a su hermano mayor Amaru Yupanqui, que no era guerrero pero si un hombre capaz, de gran inteligencia y bondad además de ser amante de la arquitectura, pudiendo así proseguir la labor constructora de su padre.
“Para que el maíz fuera mazorca, los granos debían seguir unidos, con el Tahuantinsuyo ocurría exactamente igual: por eso fue que confió el gobierno a su hermano mayor Amaru Inca Yupanqui, que tenia mucha experiencia en el mando político; y el marcho a lo que era la vocación de su vida, la guerra.”
José Antonio del Busto. Tupac Yupanqui

domingo, 28 de noviembre de 2010

La Profecia del Pachacuti y el 2012

EL PACHACUTI Y EL 2012

Pacha = Tierra, tiempo, espacio / Cuti = Cambio, transformacion, retorno.

Pachacuti = Cambio de tiempo, transformacion de una era, retorno de los tiempos, rebolucion.

ORIGEN DEL MITO

Al igual q el mito de Inkarri, esta profecia fue recogida de la tradicion oral en 1955, de la comunidad Q´ero (4200 msnm, Paucartampu - Cusco) quienes se habian refugiado ahi por mas de 400 años, y esto es lo q relatan:

"Los nuevos guardianes de la tierra vendrán de occidente, y aquellos que han causado un mayor impacto en la Madre Tierra tienen ahora la responsabilidad moral de rehacer su relación con Ella, después de rehacerse a sí mismos"

Algunos lo relacionan al vuelo simbolico entre un Condor (Perú) y un aguila (USA).

EL PACHACUTI ATRAVEZ DE LA HISTORIA

Se cree q esta profecia se ah manifestado ya varias veces:

"...segun la tradicion oral, el imperio Inka habia estado precedido por 4 soles y razas de hombres, cada una habia durado un millar de años, y el final de cada una de ellas estaba precedido de grandes catastrofes..." (Wari Wiracocha, Wari Runa, Purun Runa y Auca Runa, segun Guaman Poma).

HUNU YAKU PACHACUTI (Diluvio)

Hunu (agua, quechua cusqueño) Yacu (agua, quechua general), se entiende como la devastacion causada por el agua, un diluvio similar al relato Biblico, en los relatos andinos, Wiracocha ordena a su gente encerrarse en cuevas subterraneas, y asi sobrevivier al diluvio, al salir consideraron q esas cuevas serian su lugar de origen, Pakarinas.

AUKA PACHACUTI (guerra)

El nombre lo invente ya q la guerra se cree q fue la causante de este pachacuti.
Cuando se dio el fenomeno Tiwanaku - Wari, y conquistaron a varias pueblos (Mochicas, Nazcas entre otros), y les impusieron su creencias (http://www.forosperu.net/showthread.php?t=129247), pero estos pueblos al parecer se negaban a olvidar a sus dioses y se desato un gran confrontamiento belico, donde los Wari desaparecieron, y luego le seguirian los Tiwanakus, suena algo fantasioso pero seria una buena explicacion de porq Wari no llego a ser un imperio.

PACHACUTI INKA

Se sabe q los Inka son descendientes de los Tiwanaku.
En tiempos del 8° Inka Viracocha, se dio la guerra con los Chanka, y solo Cusi Yupanqui fue capaz de derrotarlos, pero al parecer su padre estaba resignado debido a esa profecia, Cusi Yupanqui enterado se cambio el nombre por Inka Pachacuti, y el y sus descendientes hicieron hasta lo imposible para evitar esa profecia:

Tawantinsuyo

Ningun pueblo fue capaz de detener el avance de la expansion Inka, supongo q creian q si derrotaban a todos sus enemigos ya no habria amenazas.

Intiwatana

Una explicacion para estos "relojes", es q el Inka sabia q el tiempo se le acababa, asi q tenia q "detenerlo", y construyo varias de estas intihuatanas a lo largo de su imperio, una vez relantizado los dias, podian aprovechar mas en sus trabajos (8 sep 2000, la Intiwatana de Machu Picchu se quiebra y la frase "el tiempo se pasa volando" se hace mas comun...).

Sistema de Ceques

Quisas la afirmasion "el sol de los Inkas ya no brilla como antes", se refiere a esta enorme alineacion, ya q en tiempos de los Inkas, estubo completa (virtualmente seria un sol enorme), esta alineacion estaba formada por varios idolos (wakas) y lugares sagrados (puquiales, apus, arboles, pururaukas), la mayoria traida de los pueblos conquistados (Chinchaysuyu, Contisuyu, Collasuyu, Antisuyu y de un suyu desconocido), ya q se creia q era un modo "magico" de proteger y unir simbolicamente a todos los pueblos al centro (Cusco, ombligo del mundo). Ceque = linea.

Apesar de todo las precauciones, se cuenta en cronicas (indias y europeas), q Cusco fue azotado por fuertes tormentas, sequias q duraron 7 a 10 años, terremotos, etc, una razon seria q Inka Pachacuti se dijo Intipchurin (hijo del sol) y la adoracion a Apu Kon Tijsi Wiracocha (Pachacamac) solo seria lujo de su corte real, por lo q Wiracocha molesto se fue prometiendo volver...

Señales del Pachacuti en tiempos Inka


Conocido como "El vuelo del aguila", se cuenta q el 12° Inka Guayna Capac, estaba oficializando la ceremonia del Inti Raymi, y en el cielo se vio a 1 condor perseguido y atacado por aguilas y cernicalos, y cayo en plena plaza (Aucaypata), a pesar q la cuidaron, murio, los sabios determinaron q era un mal presagio.

Una noche Guayna Capac vio q alrededor de la luna habian 3 aros de colores, pregunto a sus sabios para q lo interpretasen, y concluyeron que:

- El aro rojo significaba la guerra.
- El aro negro significaba la destruccion del imperio y sus creencias .
- El aro ahumado significaba la nada.

“... pasados doce reyes de sus hijos vendrá gente nueva y no conocida en estas partes y ganará y sujetará a su imperio todo, nuestro rey y otros muchos...”.

Otras señales q oyo y vio Guayna Capac:
- Se dijo q nacio un bebe negro y blanco en lo q ahora es Puno.
- Una waka llamada Apurimac anuncio el fin del imperio.
entre otras mas q no quiso prestar atencion, ya q el Inka pedia q el mismo Pachacamac se lo dijese.

Conquista y fin del Imperio

Despues de la muerte de Guayna Capac y su sucesor oficial, Ninan Cuyochi, sus hijos Huascar y Atahualpa se enfrentaron en sangrientas guerras por el control total del Imperio, gano Atahualpa pero justo llegaron los españoles y esa ya es historia conocida.

Los Inka habrian aparecido por el año 565 d.C. 1000 años despues, 1565, se da el movimiento Taki Onkoy...

CAPAC RAYMI 2012

Actualmente los Q´eros pronosticaron q el siguiente Pachacuti tendria lugar en el Capac Raymi (solsticio, 21 a 24 diciembre) del año 2012.

""... empezando en 1990, habran 3 años de transmutacion cosmica seguida de 7 años de preparacion y finalmente de 12 años de manifestacion..."

- 1990 el Inti era la moneda nacional.
- 1993 nueva constitucion.
- 2000 se quiebra la ultima Intiwatana.
- 2012 ¿?.

ACONTECIMIENTOS ASTRONOMICOS

En los Inti Raymi (veian el futuro) y Capac Raymi (veian el pasado), los Inka se fijaban en q Inti (sol) navegue seguro por el Willkamayu (rio sagrado, Via lactea) y q no se pierda en el Cocha (mar, espacio), si algun dia se saliera seria el fin (segun un documental cuando llegaron los españoles, el sol ya no estaba dentro)... Actualmente se cree q el sol volvera a pasar por esta "mancha blanca", ¿significara q los tiempos Inka volveran?.

Segun las predicciones de Nostradamus, el 21 de diciembre de 2012, habra una alineacion q solo ocurre creo 2 veces cada 26 000 años (hace 13 mil años, los Atlantes), donde 2 cruces celestiales, se uniran formando una cruz de 8 puntas en cuyo centro apunta (osea al fondo) a un agujero negro,curiosamente la Chakana es una especie de cruz de 8 puntas con un agujero al centro, ¿coincidencia?, Chakana tambien se entiende por un puente cosmico q nos eleva a un plano superior...

En los solsticios cuando se miraba frente al plano del Ecuador se distiguian estas manchas en la Via Lactea q para los Inka eran constelaciones, y cada una representaba una era q segun leyendas se podria interpretar asi.

- La perdiz ¿podria ser esa ave q solto Noé...? (Diluvio).
- La del zorro q se moja la cola (Wari).
- La de la llama q bajaba del cielo a beber agua (Inka).
- Y ahora estaria la del condor q vuela junto al Aguila (Actual).
- La del sapo podria tener relacion a lo q dice el mito de Inkarri, "...los reptiles volaran..." (2012).
- ¿La serpiente?, (se parece al mapa del Tawantinsuyo, ¿coincidencia?)

Segun cientificos, el sol enviara ondas electromagneticas q alteraran el magnetismo de la tierra pudiendo provocar la inversion de los polos (Inkarri) y tambien se habla de la posibilidad de una colision cosmica.

TEORIAS FANTASIOSAS

Inkarri

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"...Se afirma que llegará el día en que su cabeza, su sangre, su cuerpo habrán de juntarse. Ese día amanecerá en el anochecer, los reptiles volarán. Se secara la laguna de Parinacochas, entonces el hermoso y gran pueblo que nuestro Inkarri no pudo concluir será de nuevo visible."

Los 13 Discos

Se cree q existe una secta secreta "Hermandad de los 7 rayos" q resguarda los conocimientos mas secretos del pasado Inka, cuentan de Choque Auki, el hermano secreto de Huascar y Atahualpa, fugo al Paititi (amazonia peruana), llevandose consigo el Disco Solar (iba al medio del Sistema de ceques), se cree q hay otros 12, y q apartir del 2012 se alinearan en secuencia, llevando a la tierra al verdadero tiempo del universo.

Bueno si saben mas sobre esta profecia comentenlo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Pachacútec Inca Yupanqui

Solamente es necesaria una ligera mirada sobre la historia para percibir en sus grandes momentos a los individuos que les dieron sentido, que condujeron o crearon a la humanidad en su tragedia y grandeza. Aquellos colosos que, productos del momento social, cultural y económico de su lapso histórico hicieron posibles animadversiones y adhesiones memorables, imperios, grandes naciones, revoluciones y guerras abominables. En la raza de los conquistadores y grandes estadistas figuran pocos genios verdaderos, que se encumbran por encima de los simples ambiciosos y efímeros líderes carismáticos. Estos pocos genios son responsables de algunas de las gestas más heroicas, sangrientas, trágicas e increíbles de la humanidad. Son astros dolorosos, presas de incomprensibles e inagotables pasiones, víctimas de sus propias estrellas y capaces de una laboriosidad sobrehumanas, en exacta proporción a sus inteligencias, que convierten en monstruosas sus creaciones y sus desastres. En sus despotismos yacen tanto lo admirable como lo detestable. Es curioso advertir a un primer emperador de china Shi Huandi, construir un grande y poderoso imperio sobre los huesos de sus súbditos, aniquilados por la miseria y el caos que su megalomanía había desbocado; y a un adolescente Alejandro escarmentar en los inocentes de Tebas a toda la Grecia estupefacta. A la colosal y admirable maldición asiática de Gengis Khan, a Pedro I de Rusia y su progresista intolerancia demente; y a la patricia figura de Julio Cesar cimentar sobre los cadáveres de poblaciones bárbaras su camino al poder absoluto: el origen del cesarismo. El más grande de sus herederos, Napoleón Bonaparte, había dicho:"A un hombre como yo le tienen completamente sin cuidado la vida de un millón de hombres". No solo los reyes y hombres de estado habían llegado a esta conclusión, sino también algunos artistas, como Beethoven, habían entendido que estaban destinados a imponerse sobre el ordinario, sobre la masa estéril que debía rendirse ante su genio y sustentar su magna obra. Se habían reconocido a sí mismos y a su raza, para la cual la humanidad entera estaba ofrendada. Pero lo trágico fue que mientras que el artista destruye y reconstruye la partitura o la pintura para parir su creación, el conquistador, como hombre dios, inmola a la humanidad para hacerlo posible, como el sangriento dios Huitzilopochtli de los Aztecas, quizá el mayor símbolo de lo sagrado destructor. Y es verdad que ni las pirámides egipcias ni la grandeza de la Grecia helenística hubieran sido posibles sin las extraordinarias tragedias humanas llamados héroes o dioses hombres.

También en los andes se le reconoce en el dios que decapita, al que le sobresalen fauces de felino, en una mueca que denota amenaza, crueldad bestial y hambre insaciable, como la ávida ambición y el poder irresistible de aquellos seres singulares y temibles. Tiene una cabeza humana en la diestra y el cuchillo en la siniestra, símbolo de una voluntad y dominio que excede cualquier comprensión. Es la primera representación milenaria de aquel devorador de hombres que creó la enorme y compleja civilización peruana. Su creación es una de las mayores y más extraordinarias maravillas del mundo antiguo. Y aquellos hombres geniales, para nosotros anónimos, no hicieron otra cosa que representarse a sí mismos, quizá sin saberlo, para personificar el terrible poderío que ellos atribuían a los dioses pero que en realidad emanaba de sus propias personalidades. Durante milenios se le erigieron templos enormes, colosales pirámides y se le sacrificaron hombres mujeres y niños. Hasta que en forma abrupta desaparece para dejar paso al dios padre, al sol, y con él desaparecen también las pirámides y adoratorios y aparecen las ciudades y los enormes estados comerciales y militares. El imperio romano se sobrepone a sus emperadores, porque es producto no de un genio sino de varios hombres admirables que fecundaron a un pueblo enérgico. Y es por ello que el gran imperio de Alejandro no sobrevive a su creador. Hubieron estados más grandes que sus grandes hombres y hombres más grandes que sus enormes imperios. Y aunque sus fantásticos sueños no perduraron el mundo está por ellos transformado para siempre. La civilización helenística, culta, rica y tolerante es la herencia más hermosa que Alejandro, el que unió occidente y oriente, nos ha dejado. Napoleón y su código civil. Él, el hijo de la revolución francesa, destruye a Europa para transformar el mundo. Lamentaba haber llegado demasiado tarde, y no haber nacido en la época de Alejandro, cuando se declaro hijo de Ammón y fue creído por todo el oriente. Aspiraba a la divinidad como responso natural a su propia humanidad iluminada. Es por ello que estas grandes personalidades son ambiguas y polémicas, y conforme se superan traumas y rencores, y transcurren los siglos los panegiristas y desmitificadores no cesan de echar luces y sombras sobre el personaje hasta que al final la leyenda y la ficción histórica se arman de los mismos argumentos para afirmar un parecer u otro. La historia en el viejo mundo está construida sobre estas bases, sobre los documentos, de primera mano o no, de sus grandes hombres y sus obras monumentales que se destacan sobre las sociedades que les dieron origen o que las sostuvieron.

Tal es el caso también de la historia americana. América, como continente con una historia aparte y en occidente, recupera algo de su tradición importada y además descubre nuevas: las precolombinas. Como inclusión a la modernidad, América no carece de sus hombres geniales, aunque sin la riqueza y enormidad de sus hermanos europeos o asiáticos. Los primeros grandes americanos modernos son los que justamente sacuden y finalmente derriban las estructuras coloniales, impuestas desde su descubrimiento por el viejo mundo. ¿Washington? Los Estados Unidos de Norteamérica son como Roma, un estado más grande que sus grandes hombres. Thomas Jefferson, Franklin, Lincoln, Roosevelt… son lo que Mario, Pompeyo, Augusto, Adriano, Vespasiano y Marco Aurelio fueron para Roma. Washington no necesito de genio para libertar a las trece colonias, tan solo espíritu y constancia para moldear el carácter ya maduro de la incipiente pero prometedora nación. Muy distinto es el caso de las colonias españolas. El criollo y mestizo sudamericano careció siempre del temple y laboriosidad de los colonos anglosajones, así que el espíritu y la constancia no fueron suficientes. Es por ello que no faltaron los héroes y mártires: los llamados próceres que fueron desde pensadores influidos por la ilustración y la revolución francesa a guerreros improvisados: el cura Hidalgo, Gustavo Miranda, Túpac Amaru, O’Higgins, hombres ciertamente notables pero pequeños para una empresa sobrehumana, que tenían que imponerse sobre ideas aun feudales y crear un espíritu republicano inexistente. Tarea dolorosa y excesivamente larga, responsable de la mayor parte de males que dichas naciones acarrean desde su nacimiento como repúblicas hasta la actualidad. Bolívar, el más grande entre ellos, no fue el genio militar y político como forzosamente intentan mostrarnos sus biógrafos. Pero fue un genio espiritual; con ello no quiero decir místico sino conceptual: imagen y símbolo del ideal americano. Como militar, además de su admirable audacia, ni estrategia ni táctica mostraron sus heroicas operaciones, y dichas carencias son responsables de buena parte de sus fracasos. Acaso él lo sabía mejor que nadie. De ahí que se apoyara en guerreros mucho mejor dotados como Páez y Sucre. Pero su espíritu poderoso compensaba dichas falencias y siendo asombrosamente constante el tiempo trabajaba inexorablemente a su favor. De ser conductor de una tropa harapienta y derrotada acosada por fuerzas superiores paso a la iniciativa hasta cercar en el Perú a las fuerzas ya menguadas del imperio español. Su gloria es la gloria de la iniciativa y la voluntad inflexible. Como político impulso el caos y la desconfianza, creo naciones dividiéndolas con presidencias vitalicias y constituciones incomprensibles hasta al final ver su soñado imperio gran colombiano caer en la gaveta de los sueños imposibles. Otro de sus grandes hombres abortados fue don José de San Martin, militarmente mejor dotado que Bolívar pero sin su potencia de espíritu, ni su audacia ni su grandeza intelectual. Sus biógrafos intentan mostrarnos al caballero leal y probo, sin ambición. Al Washington sudamericano. El retrato es tan grotesco como falso. Sus cualidades se encuentran en el carácter, eficiencia y profesionalismo del inicio de su empresa libertadora. Pero ocupando Lima hacía falta genio para concluir la obra y San Martin no la poseía. En Guayaquil no solo renuncia al protectorado del Perú sino además a la imagen del guerrero ditirámbico que aparecían en algunos ridículos poemas homéricos de la época. San Martin era un hombre lo suficientemente inteligente para conocerse y él sabía que no era ni un gran estadista ni un genio militar. Como jefe de estado confió en su ministro Monteagudo las medidas más nefastas para hacer impopular la causa libertadora, y como militar no supo hacer frente a las fuerzas realistas que en el interior montañoso del Perú se mantenían en armas. Sus campañas por puertos intermedios terminaban en fracasos por que dividía las fuerzas, y por que dichas divisiones no se hallaban comandadas competentemente. Al abandonar inacabada su obra lo hizo consciente de las debilidades de su rival venezolano, pero aun más consciente de su genio, su soberbia estrella y su espíritu embriagador. Vio claramente, con la perspicacia de un gran capitán, que carecía de todo ello y olvidándose de sus batallas ganadas pudo muy bien recordar las palabras de Sun Tzu que jamás leyó: “Todo el mundo elogia la victoria en la batalla, pero lo verdaderamente deseable es poder ver el mundo de lo sutil y darte cuenta del mundo de lo oculto, hasta el punto de ser capaz de alcanzar la victoria donde no existe forma”.

Luego de aquellos notables las naciones que perduraron aun se aletargan en el atraso económico y político, faltos de brillo y protagonismo. No obstante existe otra historia, rescatada por las crónicas y la arqueología: la historia prehispánica de América. En ella figuran verdaderas proezas culturales y conquistas inconcebibles en pueblos que tuvieron que inventarlo todo por sí mismos, sin enriquecedores influjos externos, tanto filosóficos como tecnológicos, que el viejo mundo gozo incesantemente, entre todas sus civilizaciones: Egipto, china, india, Mesopotamia. Todas ellas se estimularon entre sí. Pero en América el escenario era muy distinto. “En la América precolombina no hubo influencias exteriores de la importancia de la astronomía babilonia en el mediterráneo, el arte persa y griego en la india budista, el budismo mahayana en china, los ideogramas chinos y el pensamiento confuciano en Japón.” (Octavio Paz. El Arte de México: Materia y Sentido)

En Norteamérica los pueblos no formaron naciones, no se sedenterizaron, a no ser por los breves instantes de los constructores de túmulos en los valles del Mississippi y los adoratorios del Gran Chaco, gracias a la introducción del maíz proveniente de México. El genio no floreció en la Norteamérica precolombina. En Mesoamérica en cambio los pueblos crearon sociedades complejas y crearon una civilización original excepcionalmente rica a partir del estimulo olmeca, pasando por los apogeos tolteca, maya y teotihuacano para desembocar en la confederación azteca. En todas estas culturas se observan básicamente los mismos rasgos culturales y hasta sociales. Fueron desde el principio hasta el final teocracias fervorosas y muy creativas, algunas militarmente agresivas pero básicamente religiosas, capaces de proezas artísticas y científicas, basadas en el culto, la ceremonia y el sacrificio. En esas sociedades el hombre ocupaba un lugar ínfimo. Su creación tenía como único propósito el de brindarle a sus dioses su carne y sangre en sacrificio, era el alimento de los dioses. A diferencia de la tradición judeocristiana el redentor era la raza humana en su totalidad destinada a sacrificarse para el mantenimiento del mundo. El genio mesoamericano tenía que reunirse en un misticismo mágico gracias al cual accedían a la ciencia casi por accidente. Al parecer ningún grande hombre resume mejor estas cualidades que el rey poeta y filosofo Netzahualcóyotl. Místico y guerrero, impulso su extraordinario intelecto hacia los horizontes insondables de lo abstracto y metafísico. He ahí su logro genial: reunir en sí el espíritu de su tradición cultural, en toda su enormidad y complejidad. Mas al sur, en los andes centrales de Sudamérica la civilización nació en época mucho más temprana que en Mesoamérica. Al mismo tiempo que en Egipto y Mesopotamia el Perú creaba su propia civilización, tan compleja y admirable como aquellas. Al principio, teocracias monumentales: templos piramidales, complejos religiosos, arte suntuario de enorme impacto visual, pero sin la urgencia ni el fervor demoniaco de Mesoamérica. Tanto así que dicha impronta teocrática es fácilmente sustituible por los grandes estados dirigidos por elites político guerreras abocadas a la funcionalidad de sus sistemas de producción. El llamado estado Wari es el mayor ejemplo de ello. En ninguna parte ni época de América se dio en forma tan eficiente. El comercio y la tecnología agrícola florecieron, y sus ciudades, enormemente prosperas, se extendían en extensos centros urbanos, grandes plazas para los mercados y espaciosos almacenes. Los templos se hallaban ya subordinados a los palacios, entes del poder estatal y gubernamental. En siglos de hegemonía marcaron casi todo el actual territorio de los andes centrales con su influjo político y estilístico. Este acontecimiento es básico para comprender la gestación del tawantinsuyu o imperio inca luego del desplome del estado Wari. Mientras que los pueblos de la costa prosperaban gracias a su producción diversificada en la sierra andina la cultura se deprimió en una serie de comunidades agrícolas más o menos numerosas que ocupaban los valles estrechos y cultivaban las escasas tierras aptas. Dichos pueblos libraron continuas guerras entre sí por la hegemonía sobre pobres territorios. Pueblos como los chancas, Ayarmacas, incas, canas, canchis se disputaban los mismos escenarios montañosos sin lograr establecer un dominio perdurable y por tanto sin crear los elementos culturales y económicos fundamentales de una alta cultura. Sin arquitectura funcional ni arte suntuario. Sus aldeas eran aglomeraciones de chozas de piedra sin labrar. Nada hacía presagiar el surgimiento de una de las más grandes civilizaciones de la historia.

Ahora bien: el imperio inca es sin disputa el único estado que en América se puede denominar como tal. Ya que dicha acepción, si bien es occidental, describe inmejorablemente el explosivo éxito y la organización estructural de este pueblo. El estado azteca no pasó de ser una exitosa teocracia conformada por tres ciudades estado: Texcoco, Tenochtitlán y tlacopan. Y si bien el tlatoani o rey de Tenochtitlán poseía cierta preponderancia no había de ningún modo el absolutismo monolítico que ejemplifica a un estado imperial. Sus conquistas son semejantes a las de otras teocracias anteriores ya que no tenían un fundamento político o económico sino religioso. Los aztecas conquistaban pueblos, para sangrarlos en los sacrificios o beneficiarse de los tributos en especies o esclavos; no territorios. De ahí que dominaban sin enriquecer ni transformar, no dejaban huella benéfica alguna de su paso por los pueblos que sometían. Tan solo esperaban aterrorizar lo suficiente a sus gentes para perpetuar su dominio en lo posible. Siendo el pueblo más “fanático” de Mesoamérica, como los califica Westheim, impulsaron la guerra florida como tradición y fervor ceremonial. “Huitzilopochtli es insaciable, es ávido de sacrificios, ávido de prisioneros de guerra. Prisioneros de guerra, enemigos vencidos del pueblo azteca, traídos triunfalmente a la patria: he aquí su manjar predilecto. Todos los días hay que ofrecerle su alimento. Están bañados en sangre sus altares, las gradas de sus templos. Innumerables hombres son inmolados por sus sacerdotes.” (Paul Westheim. Arte antiguo de México) En cierta forma eran como los mongoles de la meseta mexicana. Su éxito enriqueció enormemente a su confederación pero provocaron en cambio el odio irreconciliable de los pueblos sometidos, esquilmados hasta el extremo al servicio de sus altares o sus mercados, cosa que Cortez pudo sacar provecho extraordinariamente.

Tanto los incas como los romanos tenían motivaciones distintas. Ambos imperios fueron vastos, férreamente organizados, en la que se llevaron a cabo hazañas de ingeniería inigualables y obras arquitectónicas colosales: en el incario su ingeniería sin igual les permitió construir ciudades megalíticas en las cumbres, trabajadas con una mampostería jamás vista; los romanos descubrieron el arco, construyeron acueductos y termas colosales y el gran circo gracias al arco. Las artes de ambos pueblos reflejan su practicidad, su funcionalismo y su dominio absoluto. Tenían religión, pero absolutamente subordinada al estado. No creían que poseían la verdad absoluta en su doctrina religiosa, derivada de pueblos más antiguos y cultos. Aceptaban de buena gana en su Olimpo a las deidades de los pueblos sometidos, construían asombrosas obras de ingeniería hidráulica y agrícola, así como su famosa e inigualable red de caminos. La de los incas, trazada sobre uno de los territorios más extensos y agrestes de la tierra fueron las mejores del mundo preindustrial. “Las carreteras de los incas han sobrepasado a las famosas vías romanas en longitud y solidez.” (Louis Baudin. El Imperio Socialista de los Incas). Organizados como ningún otro, regulados hasta el mínimo detalle en su producción gracias a su precisa estadística, consiguieron cotas de eficiencia y poder nunca antes vistos. Ambos pueblos conquistaban territorios, tenían una motivación económica y política: fueron imperialistas en pensamiento y acción. Los incas dominaron montañas, desiertos y altos bosques, y dejaron en todas ellas sus huellas culturales sin arrasar las anteriores. Fundaron sus estructuradas y funcionales ciudades en la proximidad de los pueblos sometidos y se convirtieron en enclaves militares económicamente productivos gracias a sus siempre dispuestos almacenes en los confines mismos de su territorio.

Dicho lo anterior cabe la pregunta: ¿la nación inca fue una de aquellas grandes naciones más grandes que sus grandes hombres? No cabe duda a partir de las propias fuentes españolas y por los modernos estudios arqueológicos que este fabuloso imperio americano tuvo menos de un siglo de expansión y desarrollo. Mientras que el imperio romano tuvo siglos para asentar sus bases en Italia y después en el mundo mediterráneo, ya armados con su poderoso ejército y sus virtudes cívicas, los incas en solo décadas tuvieron que adaptar sus conocimientos y adquirir nuevos mientras se expandían y asimilaban pueblos en los territorios más diversos. Todo ello podría parecer imposible si no fuera corroborado por los estudios arqueológicos y etnohistóricos modernos. ¿Cómo fue posible entonces que un rustico y bárbaro pueblo montañés, sin mayores rasgos culturales haya logrado en menos de un siglo tal desarrollo y originalidad? No es aceptable, como afirman algunos historiógrafos, que los incas no hayan inventado nada, siendo meros adaptadores de conocimientos anteriores. Sin duda no todo se lo deben a su propia invención, pero no hay evidencia que en los estados anteriores como el Wari haya existido la organización ni la ingeniería ni el arte que los incas desarrollaron en aquel corto lapso. Nada en los incas recuerda a las civilizaciones anteriores ni contemporáneas. Con ello no quiero decir que no hayan semejanzas; porque si las hay, en la misma medida en que las hay con el estado imperial romano, lo cual no quiere decir que fueron influenciados por ellos. Lo que es evidentemente imposible por situaciones geográficas y temporales. El imperio inca pertenece al siglo XV. En sus capacidades y limitaciones los incas son absolutamente originales. Su arte y organización, así como su religión sufre la influencia tardía de pueblos más cultos que fueron incorporados en su apogeo conquistador pero en modo alguno transformo el carácter pragmático, racional y austero de su civilización. Dilucidar las razones de este fenómeno histórico no descansa exclusivamente en el estudio del aspecto económico social que lo hizo posible sino un aspecto aparentemente subjetivo, pero no por ello menos veraz: el estudio del genio como fenómeno histórico.

En el Cápac Ñan o listado de reyes incas figuran doce soberanos. Todos ellos pintados por los pintores de la colonia con las mismas insignias y atributos. Los cronistas hispanos recogen de sus informantes indígenas la historia de sus reinados y trazan la primera historia escrita del imperio inca. En ellas se fundamentan sus orígenes míticos y sus progresivas luchas en su lento y doloroso establecimiento como pueblo. De comunidades errantes lideradas por Manco Cápac a líderes militares aguerridos que apuntalan sus débiles bases en el cusco primitivo. Aunque los cronistas relatan conquistas estas eran en realidad combates ceremoniales por botines y prestigio que terminaban en alianzas con pueblos mucho más aguerridos y exitosos como los Ayarmacas y los chancas. Dicha situación es permanente desde Manco Cápac hasta el octavo rey: Viracocha. Hasta esa época los incas estaban circunscritos en el valle del Cuzco, rodeados por sus enemigos y sin posibilidades de expansión. Tanto desde el estudio de las crónicas, pasando por los documentos y las relaciones virreinales hasta las excavaciones arqueológicas los estudiosos llegan al consenso que todo cambia, en forma radical, con el noveno rey: Pachacutec Inca Yupanqui. Ningún cronista español, en sus fuentes, deja de señalar la importancia fabulosa de este monarca, y el decisivo aporte de especialistas de la talla de Louis Boudin, y Maria Rostworowsky han brindado nueva luz sobre la personalidad de la que ellos califican como el fundador del imperio y subrayan la labor conquistadora, organizadora y constructora del primer emperador del Tawantinsuyu.

Como Alejandro magno, Aníbal de Cartago, Julio Cesar y Napoleón, Pachacutec es hijo de la guerra. Estos cinco genios cimentaron su prestigio y divinidad en el éxito militar. Sus hazañas, imposibles para cualquier otro ser humano, marcan la pauta histórica de sus monumentales personalidades. No es nuevo afirmar que pese a su asombrosa y para muchos insuperable genialidad militar, Alejandro no hubiese logrado la conquista del imperio persa sin el magnífico ejército macedonio que, después de haber subyugado a toda Grecia, le había dejado su padre, el rey Filipo. Y que Julio Cesar logro la conquista de la Galia gracias a las ya organizadas y laureadas legiones que habían apuntalado las hazañas de un Escipion, un Mario o un Pompeyo. Es otro caso el de Aníbal y sobre todo el de Napoleón. Este último, si bien recogió las ya triunfantes tropas revolucionarias, le fue preciso reorganizarlas para hacerlas más efectivas y numerosas, adaptadas a su propio pensamiento estratégico y táctico. Las divisiones del grand armee del imperio napoleónico se hallaban sincronizadas con su poderosa mente, tanto en la campaña como en batalla, haciéndolas irresistibles para cualquier otro ejército europeo. Pachacutec hace uso de los guerreros y capitanes de su padre Viracocha, pero estas no eran legiones conquistadoras. Con la invasión de los invencibles chancas y su sorpresiva victoria en la misma ciudad del Cuzco todo cambia en forma definitiva. Consciente del acontecimiento ataca a su enemigo en su mismo campamento de Ichupampa y lo destruye aniquilándolo para siempre. Se dice que tan atroz fue la masacre que al lugar se le cambio el nombre de Ichupampa (llanura de Ichu) a Yahuarpampa (llanura de sangre). El impacto de este acontecimiento remece todo a su alrededor, pues además de los medios materiales Pachacutec adquiere el prestigio, que acrecienta con una incansable campaña de autopromoción. Hasta este crucial momento en la historia andina el joven príncipe Cusi Yupanqui, había sido tan solo un prestigiado y joven general. Con la invasión chanca el rey y su heredero abandonan el Cuzco. Cusi Yupanqui se hace cargo de la defensa y triunfa contra toda probabilidad. Aquí no aparece aun el genio militar sino el héroe que hace frente a un enemigo superior y lo vence sin inmolarse en la gesta como Leónidas en las termopilas. Vence e inmediatamente explota la victoria adoptando una actitud sin precedentes en su escenario cultural: invade el territorio enemigo sojuzgándolo todo con un ejército aniquilador, impulsado por su mística y propósito: la voluntad de cambio o ruptura con el pasado, eliminando el peligro que estuvo a punto de devorar a su pueblo. Gesta, ruptura y transformación. Este ejército no pretende conquistar un territorio, sino eliminar a su enemigo mortal y con ello cambia la historia, o mejor: La trastorna con un cataclismo que es el verdadero punto de inflexión en la historia de América. No es sorprendente entonces que siendo consciente de este momento adoptara, al entronizarse, el título de "Pachacútec" que puede traducirse como “el que cambia o trastorna la tierra”. Al mismo tiempo que se entroniza se diviniza, es decir se nombra hijo de dios como necesidad politica. Semejante a lo que efectuó Alejandro en Egipto antes de su campaña en Asia: se sometio al oraculo y siendo fervoroso creyente de ellos llego a convencerse de sus origenes divinos. En su emnte e imaginación rebosaban los semidioses de la Iliada, nada tan natural entonces que creer en su propia leyenda. Pero a diferencia de el pachacutec no creyo en su leyenda, pachacutec la creo para si. Hijo de una casta militar de nobles impulso el culto a la personalidad en funcion de sus necesidades politicas. Su genio estriba en comprender desde el principio que no era suficiente ganar por las armas sino sobre el espiritu de las gentes que hasta entonces se hallaban atomizadas en pueblos alojados en regiones diversas y separados por lenguas y tradiciones. Su personalidad era el primer esfuerzo aglutinador, la piera angular del imperio. Luego de ello comprendio a demas que no habria futuro de permanecer el arnes que lo sujetaba: la tradicion, en la que se incluyen ademas lo adversarios tradicionales: destruye el reino ayarmaca, asimila alos canas y canchis y demas pueblos proximos como los de Tampu y Ollantaytampu y vence a los collas en el altiplano. Dirigiendo el mismo estas campañas su genio militar reorganiza el ejercito y le impone la mistica necesria para este nuevo esfuerzo. La republica romana entendio que no habia futuro para si de permitir la incursion constante de las ordas barbaras en italia y el enseñoramiento de los caratagineses en el mediterraneo. Los romanos, clarividentes y practicos, forzaron un conflicto contra una potencia mas prospera con la conviccion de haber surgido para vencer o perecer en el intento. Dicha convicción pertenecía al espíritu nacional romano. Los incas no tuvieron tiempo para adquirir esta convicción nacional, ni adoptaron el impulso sangriento y devorador azteca. El imperio inca se fundó en relación a lo que su hombre dios ambicionaba, en su espíritu rector y dominador. De ahí que como Alejandro, no aplastaba a los pueblos vencidos ni a sus tradiciones ni su religión. Como el Pachacútec brindaba sacrificios a los dioses vencidos y con la intención de ganarse simpatías visitaba sus distantes dominios vestido con las vestimentas típicas de dichas regiones: con ello afirmaba que era también el rey de todos no importando las costumbres, lenguas ni tradiciones distintas. El genio político de Pachacútec se basa en estos principios: como emperador de los incas él es el estado.